Para crear mis obras parto del trazo y el garabato. Si hay algo que distinga mi forma de trabajar es la constante búsqueda de la composición armónica. Al igual que una maestra de orquesta, procuro que cada elemento tenga su lugar y que todos encajen entre sí. Se construyen así diferentes armonías compositivas que bailan en mi mente y cobran sobre el papel el sentido de un todo.

Los trazos y los garabatos son los elementos que priman en mis trabajos, hay un interés muy profundo por ellos, dado que la fluida línea me permite articular en el espacio un diálogo entre profundidad y dinamismo. Una sensación que es indescriptible en la mayoría de las ocasiones dependiendo de su intensidad. Mis obras no buscan tener una explicación analítica más allá de la propia creación pura.

¿Cómo podría explicarse la vibración de la poesía con la simple palabra? De igual manera, no se podría explicar la pulsión del dibujo.

Un dibujo instintivo es lo que presento, llevado por la intuición, el momento, un dibujo llevado por la catarsis y la yuxtaposición de trazos y grafías que completan un complejo rompecabezas de sensaciones por las que me dejo llevar en el papel y consigo que cobren vida en animadas composiciones.