Las piezas “Antropoceno”, “Jauría o comida de corderos II” y “Heliamphora” son la cristalización de toda una investigación artística basada en analizar desde una óptica clínica los desbordamientos del cuerpo a través de las prótesis físicas, digitales y sociales. Planificando y diseñando utopías que subviertan las manifestaciones del deseo y el cuerpo desde la voracidad, damos pie a la representación de una imagen corporal fragmentada, reorganizada y sumida en una constante mutación, permitiendo generar fugas frente a los regímenes encorsetados mediados por la mirada hegemónica.
Poniendo en conflicto lo dicotómico, tanto conceptual como formalmente, no se pretende otra cosa más que enfocar a todas esas subjetividades subalternas: esos cuerpos abiertos y agujereados, estigmatizados y fetichizados, frente a la impermeabilidad rígida de lo normativo.