Mediante instalaciones y acciones pretendo crear espacios en los que se aprecie el desgaste sin previo ensayo. “Esto no es un skatepark” pertenece a una de las piezas relacionadas con la resistencia del cuerpo, la fragilidad del mismo y la poética que conlleva dejar huella. El derrape, la caída y el salto son consecuencia de la obra. Julio Cortázar dice en “Me caigo y me levanto”: “Teóricamente a nada o a nadie se le ocurriría recaer, pero lo mismo está sujeto, sobre todo porque recae sin conciencia, recae como si nunca antes”. En la recaída se encuentra la perspectiva de fuga, un espacio que  rompe la barrera presente y proyecta una salida hacia lo imperceptible.