La instalación surge a través de una investigación acerca de la relación entre el poder y su despliegue sobre el espacio donde se sitúa. Esta instalación sería resituada en la Sala Sur de Exposiciones Conde Duque tomando como punto de partida el planteamiento inicial de Felipe V sobre el edificio, que fue construido para albergar el cuerpo militar, exactamente 600 guardias y 400 caballos.

Entendiendo que la distribución de poder en el espacio es una problemática originada en el dibujo y en la geometría, el planteamiento de la pieza consiste en un estudio del diseño y distribución del edificio para replicar su plano (o un fragmento de este) con las crucetas, el suelo y los ladrillos, situado en el interior de cuatro de las columnas de la sala de exposiciones. Se trata también de operar dentro del propio espacio como un eco de la memoria histórica a través de la propia piel del edificio.