PABLO ROSO

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

Autor: Pablo Roso (Ibiza, 1994). @pabloroso1

Título: “Soy artista”.

Fecha de creación: 2020.

Materiales: Impresión sobre textil, serigrafía sobre textil, impresión sobre papel y estructura de madera.

Dimensiones: Medidas variables.

Mi habitación durante este curso no tiene casi espacio. Mi ventana da al lavadero donde el ruido del calentador de agua me despierta cada mañana. El colchón va directamente al suelo porque prefiero ahorrarme lo que cuesta un somier. Hay un escritorio pequeño que no debería caber, pero hago que quepa para poder leer y escribir con la puerta cerrada. En esta casa -y esto bien lo sabe Italo Calvino- al otro lado de la puerta siempre hay una televisión encendida por alguno de los tres compañeros de piso que acabo de conocer. Suele ocurrir que para que uno entre en la cocina, el otro tiene que salir primero. Al preguntarme les he dicho que soy artista, aunque saben que este año he estado trabajando en Ikea. Y el año pasado de mochilero en América Latina. Y en el anterior ordenando pasillos en Decathlon y también haciendo logotipos en mis ratos libres. Dos de ellos no lo tienen tan claro. Pero el tercero me ha dicho: “Claro que sí, yo también soy artista ¿por qué no?”

Pago 312€ al mes por esta habitación porque es la más barata que pude encontrar y está cerca de Matadero, el Reina Sofía y el Cine Doré, a los cuales sólo voy cuando no hay que pagar entrada. Por este precio podría tener un piso para mí solo en alguna otra ciudad del estado español. Pero si quieres formarte en el mundo del Arte tienes que venir a Madrid, de igual modo que si quieres formarte en el Diseño tienes que ir a Barcelona. España es un sumidero mayormente soleado.

La vecina del cuarto tiene una placa en el portal que indica que es abogada. Es una prueba convincente. He pensado que, para despejar todas las dudas sobre mi campo de acción, yo también necesito un identificativo como ese. Necesito una bandera que, del mismo modo que mis vecinos se encargan de recordarme el país en el que vive su balcón, haga ver a todos que yo vivo en el mundo del Arte. El problema de lo precario es que me estoy mudando constantemente, por eso he pensado que lo único que llevo siempre allá donde voy -aparte de mis libros- es mi ropa. Así que -y en el mismo lugar donde antes ponía mi nombre junto al logotipo de Ikea o Decathlon- ahora voy a indicar que Soy Artista.

También he pensado que mis compañeras de clase pueden tener la misma necesidad y, que si la tienen, puedo venderles mis camisetas; quiero decir, venderles su propia pertenencia al mundo del Arte.